Durante estos 15 días de movilización de la MINGA, se avanzó en la UNIDAD del movimiento social, en medio de la diversidad de sectores étnicos, sociales y territoriales que con vocación de nación, nos fuimos integrando a las tareas que se hicieron necesarias para posicionar los puntos de la negociación y lograr que el gobierno se sentara a la mesa con los negociadores nacionales de la Cumbre.
La convicción de los mingueros y mingueras, no permitió el retroceso ante las amenazas y el asesinato de nuestros compañeros indígenas caídos en la movilización. La dignidad del pueblo movilizado fue el mejor homenaje a Willington Quibarecama, Gersain Cerón y Marco Aurelio Díaz, comuneros indígenas asesinados en el desarrollo de las protestas.
La actitud del gobierno fue la tradicional. Desde el inicio hubo amenazas de parte de representantes de gobierno regional y nacional que intimidaron a los manifestantes; asimismo no faltaron los habituales intentos de deslegitimar la movilización relacionándola con los intereses de la insurgencia.
En el desarrollo de la movilizacion, a la mayoría de los puntos de conflicto se envió al Esmad, a la policía y las fuerzas militares, quienes tuvieron tratamiento violento contra las comunidades movilizadas, generando 3 muertos, cientos de heridos, cientos de detenidos y destrucción de la logística de cada punto de lucha pacífica.
Igualmente el gobierno intentó dividir la Minga, tratando de negociar regional y sectorialmente, porque sabe que la Unidad es la fuerza de los oprimidos. Sin embargo, dichos esfuerzos divisionistas fueron vanos y la unidad de la Cumbre prevaleció.
Los medios de comunicación propios de la minga y del Congreso de los Pueblos rompieron el cerco mediático que las grandes cadenas informativas buscaron imponer para ocultar la fuerza de los primeros días de la Minga. Fue inocultable, para la opinión nacional e internacional, la legitimidad de la protesta social, las propuestas de la Cumbre y la necesidad que el gobierno atienda a las comunidades organizadas.
La capacidad de la organización, el orden y la movilización junto con diversas muestras e iniciativas populares al servicio de la Minga, fueron atrayendo a diversos sectores sociales y al posicionamiento de las propuestas en los campos y ciudades. Ganó especial importancia la fuerza de las propuestas culturales y estéticas, que con música, cantos, pintura y baile tiñeron de alegría las jornadas de protesta.
La Minga demuestra que la construcción de Paz, y la solución política del conflicto social, es con participación social, con iniciativas, con propuestas, con cambios y que se hoy se hace necesario la creación de una Mesa Social para escuchar y discutir las propuestas que no se alcanzan a negociar en las mesas con las insurgencias, pero que nos afectan a las comunidades y a nuestros territorios.
Felicitamos a todos los compañeros y compañeras Mingueras de todo el territorio nacional, por los enormes esfuerzos que se hicieron en medio de tanta adversidad; a la dirección de la Minga, que realizó ingentes esfuerzos por mantener y lograr la Unidad del proceso y de negociación a pesar de las múltiples dificultades.
Igualmente saludamos la participación de nuestros militantes de PUP, a nuestro Senador Alberto Castilla, a nuestros Concejales, Ediles, dirigentes y activistas sociales y sindicales, nacionales y regionales, que desde su quehacer propio contribuyeron para que esta acción social y política, tuviera los mejores resultados.
La Cumbre construye un camino, la Minga, aporta a la historia de la construcción del movimiento social y político de nuestro país. Estaremos pendientes del cumplimiento por parte del gobierno de los acuerdos de esta nueva negociación.
Junio 13, de 2016
EQUIPO POLÍTICO PODER Y UNIDAD POPULAR (PUP-PDA)
