miércoles, 25 de febrero de 2015

2015 año para avanzar en la construcción de un Nuevo Gobierno

por Hernán Dario Pineda Gómez*

El año 2015 representa un momento importante para el campo popular y democrático de nuestro país.

Los avances de los procesos de dialogo con la insurgencia, el auge de la movilización social, las posibilidades de construcción de espacios de convergencia -Movimiento Político lo denominamos nosotros, Frente Social y Político, Frente amplio, lo denominan otras fuerzas políticas-, que logren enfrentar el modelo político y económico, combinando el ejercicio de la movilización y construcción popular con la disputa de los espacios institucionales, y en esta vía las elecciones de Octubre como un ejercicio de unidad y de expresión alternativa, son apenas un muestra que este año será -deberá ser- de gran construcción popular.


Si bien nuestro camino se aclara a medida que lo vamos transitando, es necesario también avanzar como expresiones del campo popular en la construcción y ejercicio de propuestas de democracia más directa, en reflexionar sobre el tipo de democracia que nuestro país necesita para lograr vivir en paz.

Una democracia que logre combinar procesos de consulta y expresión de los movimientos urbanos, rurales, sectoriales y poblacionales, en la perspectiva de la construcción de un gobierno democrático, alternativo y popular, con las perspectivas de integración latinoamericana que recorren el continente, generando nuevos modelos de desarrollo centrados en la vida digna.

La concepción actual de democracia para los que ostentan el poder es reducida al voto, y por ende, al sistema electoral colombiano, éste se ha construido sobre la promesa de la dádiva, de puestos en las entidades públicas, de contratos, de empresas electorales locales y nacionales. No sobre ideas, o propuestas, ni mucho menos sobre intereses nacionales.

A nivel local, cada candidato a la Junta Administradora Local promete una votación al respectivo concejal, estos a su vez negocian con los Alcaldes, estos últimos les retribuyen con puestos, con contratos, con el objetivo de mantener los caudales electorales. Además, estas campañas generalmente son financiadas por empresarios de la política -algunos en la legalidad, otros no tanto-.

A cambio de esta financiación, estos empresarios ubican sus lugartenientes en puestos estratégicos (algunos relacionados con el desarrollo de infraestructura) para desarrollar a dedo la contratación y obtener claros beneficios económicos.

Este nivel va subiendo a lo nacional, donde los respectivos congresistas, Representantes a la Cámara y Senadores, manejan alcaldías, tienen convenios electorales-empresariales con Alcaldes, Concejales, Diputados y Gobernadores, para que endosen sus caudales electorales, y la forma como pagan, es apoyar con recursos las campañas de quienes los ayudaron a elegir, con puestos burocráticos, con cupos indicativos (mal llamada mermelada), generando ciclos perversos de corrupción y micro poderes.

Es de esta forma como se desarrolla la política tradicional -Unidad Nacional, Centro Democrático-, donde la corrupción se convirtió en otra forma de ejercer el poder. Esta es la idea de democracia que la clase en el poder quiere sostener, una democracia altamente excluyente que continúa sosteniendo el poder de decisión en un grupo limitado de familias, de empresas electorales, donde el único papel de la población es ir a votar.

Por ello, en un momento como el actual donde se habla de paz, se hace necesario que la construcción de democracia directa, de empoderamiento popular, de democracia activa y beligerante, desde abajo, sea un tema de agenda política cotidiana del campo popular, un tema innegociable para los movimientos sociales y políticos, una construcción que nos permita avanzar hacia un nuevo gobierno democrático.

Es en esta perspectiva que la construcción de un gran escenario de convergencia, que dispute la institucionalidad, que ponga en el centro una ética de lo público, los intereses populares y entendiendo las actuales condiciones, representa un avance en la construcción de poder popular, en la acumulación de fuerzas hacia nuevos momentos de la lucha política, rumbo a la utopía.

Es por ello que seguimos insistiendo que la paz se construye en las calles, en la movilización, y que una verdadera Solución Política al Conflicto Social Político y Armado deberá pasar por abordar de fondo los problemas de este país, donde la participación política y la democracia es uno de ellos.

Y porque la Paz son Cambios, llamamos a que el año 2015 sea el año de lucha callejera, de organización popular, de la convergencia y la unidad, de la disputa institucional hacia un nuevo gobierno que nos permita transitar hacia un nuevo país.

* Integrante del Comité Ejecutivo Nacional de Poder Y Unidad Popular


Hernán Dario Pineda Gómez
Equipo Político Nacional de Poder Y Unidad Popular
Asistente del Senador Jesus Alberto Castilla Salazar

 www.poderyunidadpopular.org